Otra solución al tema de nuestra deuda externa.

Por: JOHNNY SÁNCHEZ
Desde 1992 se nos ha vendido la idea de que estamos creciendo con alto PIB y su correlacionada deuda.
Luis Abinader lo justifica, no había otra opción, dijo en su discurso del 18, pero hay un argumento que debemos ayudarlo a enarbolar con los paises pobres endeudados y es la condonación parcial de deudas de Covid, por favor.
Por ej. muchos presidentes, esperan, como ha pasado en Haití y en otros paises “heavy” altamente endeudados, hasta el tope, que se les condene  la deuda y borrón y cuenta nueva a esos préstamos bilaterales; por eso promovimos tesis de la “sociedad del crecimiento”,  nuestro crecimiento se convirtió en la política central que supuestamente sostendría el consumo, la inversión, el empleo y el bienestar
social con derrame para todos y no ha sido así.
El pretendido crecimiento ad infinitum resultó tener “efectos colaterales” (humanos y ecológicos), pero se asumió que el libre mercado
y el desarrollo tecnológico lograrían contrarrestarlos. Y si no lograban solucionarlos, entonces no habría solución alguna: el progreso demanda “sacrificios, me dicen”
La teoría económica neoliberal dio un viraje de 180 grados. Joaquín Balaguer EPD de la vieja escuela se sintió ofendido, dijo: el “ahorro de hoy” dejo de ser la fuente para el consumo y la inversión “de mañana” (tesis keynesiana). No creía en préstamos altos.
Hoy pagamos casi 8% promedio en deudas tomadas y hay tasas 0% en USA y Europa, por eso nos compran Soberanos, damos más que los treasury bills.
El consumo por el consumo,(consumismo) se convirtió en el motor del crecimiento, y la inversión productiva perdió el sentido de incrementar la “capacidad productiva” para considerarse casi exclusivamente en términos de su rentabilidad de corto plazo.
Mire. Entre 1970 y 2007 se impusieron el capitalismo de casino y la financiarización, dominando la economía real. La crisis del 2008 fue interpretada como un tropezón normal en el frenesí de “exuberancia irracional”.
El consumismo desenfrenado y la inversión financiera se apuntalaron fuertemente en el crédito: A los hogares, a empresas y Estados; desmantelando, además, las políticas del Estado de bienestar. Se generó una dependencia adictiva entre el crecimiento económico (la acumulación de capital) y el endeudamiento sin límite.
 Por eso, creo el pago de la deuda es un genocidio, hoy.
El capitalismo se fundamenta en el crecimiento económico, y como ya no puede hacerlo con saltos de productividad, se alimenta de nuevas “acumulaciones originarias” y de un endeudamiento tóxico que conduce a deudas perpetuas e impagables.
Después del estallido de la crisis de la deuda en los años ochenta, podría esperarse que la situación de la región mejorara en el mediano plazo, pero se ha agravado. La deuda externa se duplicó hacia 1990, y para 2019 había crecido 3 veces, superando millones de dólares, con un pago de intereses que sumó un poco más de 1 billón de pesos en R.D.
En realidad, todo el aumento de la deuda hasta 2010 ha sido resultado de pagos de intereses y venta soberanos
El ingreso neto por nuevos créditos externos fue nulo hasta 2010. El pago de intereses corresponde a un dinero fresco jamás entregado, se trata de una brutal usura. Hoy se deben  US$61.9 mil millones dólares.
Esta situación es extensiva a la deuda pública: Hoy el 39% del servicio de la deuda correspondería a pagos de intereses, lo que se agrava con la Pandemia de la COVID-19.  La deuda externa es una fuente perpetua de extracción de excedentes de las economías de Rep. Dominicana y América Latina, sobre la base de una deuda impagable. Resolver esto demanda la condonación inmediata de dicha deuda, creo yo.
Este terrible año hay que pagar la deuda, tanto su capital como los intereses. Este pago en muchas sociedades, en especial las de América Latina, impide atender demandas sociales en salud, educación, protección social, cultura y demás servicios sociales y de protección del ambiente.
El pago del capital y los intereses es la primera prioridad del presupuesto nacional, aunque miles o millones de ciudadanos no logren satisfacer sus necesidades básicas.
La pandemia de la Covid-19 ha puesto al desnudo este genocidio económico-social.
El endeudamiento es un gran negocio de los bancos y las empresas transnacionales, especialmente cuando las deudas se vuelven impagables.
El país que no pueda pagar tendrá que ceder su soberanía, sus recursos naturales más valiosos y sus empresas públicas.
Este pillaje incluso se hace calculadamente para que el país endeudado pueda seguir pagando, y cada tiempo se renegocia la deuda y hasta se permiten condonaciones parciales de intereses, desde último ciclón devastador y terremoto de Haití, que soportamos, no vemos condonaciones
El endeudamiento externo hizo posible someter a toda América Latina durante la crisis de la deuda de los años 80 del siglo pasado, transformándola en un proceso de expropiación bajo el eufemismo de los “ajustes estructurales”. Entonces el FMI y el B. Mundial recurren a otro argumento para meternos presión: “La ley y el orden” de los mercados financieros y la continuidad de los préstamos en el futuro. Dicen: La condonación de la deuda lesionaría la capacidad de las instituciones de crédito de seguir prestando y socavaría la confianza en el sistema financiero. Tal argumento es indefendible, cuando gobiernos y bancos centrales de los países ricos compran millones de dólares en nuestros soberanos o sencillamente emiten billones en monedas duras para salvar de la quiebra a sus bancos, empresas y mercados de valores, acrecentando la desigualdad y la injusticia y nuestro peso se devalúa, nadie quiere pesos, todos queremos dólares.
Abogo por una condonación de la deuda pública externa de R.D.
Cuando las deudas, supuestamente, se pagan con nuevas deudas y, además, los intereses se agregan, la deuda total crece sin más límite que el impuesto por la progresión del interés compuesto. Ha llegado el momento de transformar el sistema.
La crisis en curso ha ratificado que el futuro de la humanidad está en riesgo.  Exigimos cambios radicales: en nuestro metabolismo social, en las relaciones laborales, en la división sexual del trabajo, en los servicios básicos para toda la población, en los sistemas tributarios, en la propiedad intelectual y la cultura, en el dinero y las finanzas, en los organismos financieros internacionales, en la cooperación entre las Naciones, etc.

Apoyo a ex presidentes que han dicho que entramos en la espiral de Grecia, Puerto Rico y Haití  con deudas de hasta 99% del PIB, no importa que hoy estemos al 69%, eso va a seguir subiendo y reenganchando prestamos, luego viene el art 4 del FMI y los ajustes estructurales y peso se devaluará más, paremos esto, no es atacar a pasados gobiernos por endeudarnos y robarse el 20% con sobrevaluaciones de obras, es parar esta vorágine y empezar deudas con un monto que se pueda pagar según nuestras exportaciones y reservas.

Colegas, empecemos el tema: llegar a influir a paises ricos, dennos una gracia ya, es el lema.