
Un nuevo tiroteo ha sacudido este lunes a Estados Unidos. El suceso ha ocurrido en esta ocasión en el centro de Louisville, al sureste del país, donde han fallecido al menos cuatro personas y otras seis han resultado heridas después de que un hombre abriera fuego contra ellas por razones que se investigan. El atacante se encuentra entre las víctimas mortales, según ha confirmado la Policía de la localidad, que ha actuado junto a agentes del FBI. Al principio, la Policía informó de cinco fallecidos, pero luego corrigió esa cifra.
Los hechos han sucedido unos veinte minutos antes de las nueve de la mañana (8.40 hora local) en esta ciudad de unos 625.000 vecinos perteneciente al estado de Kentucky. La Policía ha informado en ese momento del tiroteo y ha pedido que nadie se acercara a la zona, conocida como Slugger Field. El sospechoso, según las primeras informaciones, habría entrado con un rifle de asalto en un banco, en concreto, en el primer piso del Old National Bank. Los trabajadores se refugiaron en un área de seguridad del edificio.
La Policía de Louisville ha indicado en torno a una hora después de que comenzara el tiroteo que el atacante había sido “neutralizado” y que a su paso había dejado cinco muertos y seis heridos, entre ellos un agente del cuerpo. El agresor murió dentro del banco y la policía está tratando de determinar si perdió la vida por los disparos de los agentes que respondieron al suceso o si se suicidó al verse acorralado, indicó Paul Humphrey, subjefe del Departamento de Policía Metropolitana de Louisville. Los supervivientes que presentaban lesiones han sido trasladados al hospital universitario de la ciudad.
El atacante era “un lobo solitario”, en palabras de Humphrey, que en rueda de prensa ha aclarado además que el presunto agresor “tenía una conexión con el banco”, según la CNN. En concreto, sería un antiguo empleado de la entidad, si bien no han trascendido los motivos de su acción.
Según Humphrey, la policía fue capaz de responder al suceso en solo tres minutos y, al entrar al banco, el atacante todavía estaba disparando.
Durante ese intercambio de disparos, dos agentes de policía resultaron heridos y están en condición grave. Uno de ellos tuvo que ser operado en el hospital universitario en Louisville, explicó Humphrey.
En ese hospital están recibiendo tratamiento el resto de heridos, que no están graves.
El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, se ha desplazado hasta el lugar de los hechos, desde donde ha condenado el “horrible” ataque en una comparecencia ante los medios. Beshear ha confirmado que tenía relación con el banco atacado y que entre las víctimas hay varios “amigos cercanos”. “Por favor, recen por todas las familias afectadas y por la ciudad de Louisville”, ha pedido en su primera reacción tras el terrible suceso.
Los policías, unos “héroes”
En la misma rueda de prensa, el alcalde de la ciudad, Craig Greenberg, alabó que la rápida respuesta de la policía evitó que hubiera más víctimas y llegó a calificarlos de “héroes”.
Añadió que lo sucedido es una “tragedia” y expresó su deseo de que los vecinos encuentren consuelo dentro de su comunidad para evitar que continúen estos “horribles” actos de violencia armada.
Un alto funcionario de la Casa Blanca explicó a la prensa que el presidente de EE. UU., Joe Biden, ha sido informado de lo sucedido. Además, la Casa Blanca ha dicho que ofrecerá más información a lo largo del día.
La Policía de Louisville prevé dar otra rueda de prensa a las 15.00 (19.00 GMT).
Según la Policía, ya no hay peligro para el público. Sin embargo, varias cadenas de televisión estadounidenses siguen mostrando imágenes de un gran despliegue policial en el centro de Louisville con coches de policía en los alrededores del banco y calles cortadas al tráfico.
El edificio donde se produjo el tiroteo se encuentra junto a Slugger Field, el campo de béisbol del equipo local, los Louisville Bats, una de las zonas más concurridas de esta ciudad situada en la frontera de Kentucky con Indiana y en la que viven unas 630.000 personas.
Según Gun Violence Archive (GVA), un proyecto sin ánimo de lucro que sigue la violencia armada en Estados Unidos, en lo que va de 2023 se han registrado 10.566 incidentes con armas de fuego, entre lo que se incluyen desde tiroteos masivos hasta suicidios.
GVA define como tiroteo masivo aquel que acaba con cuatro víctimas, sean muertos o heridos, sin incluir al autor del ataque si es que ha fallecido o sufrido lesiones durante el suceso.
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